Llevo tiempo sin aparecer por aquí, y es por culpa de 2 motivos: Camino de Santiago y San Mateo.
Vamos a obviar el segundo y me voy a centrar en el primero, que es el importante.
Tras mucho tiempo soñando con poder hacer el camino, por fin llega el día. Es un día gris, frío y lluvioso. 9am un sábado. Gente bajando de fiesta y yo enfundado en mis mallas de forum, 2 sudaderas, 1 bici con las alforjas a rebosar y una gran ilusión por comenzar el reto.
Tampoco voy a entrar en detalles de lo que fueron las etapas, los percances o las averías que sufrimos o todo lo que nos ocurrió. Como resumen os puedo decir que fue duro, yo personalmente no estaba muy preparado y sufrí bastantes veces. Te dan ganas de tirar la bici otras tantas. Nos pusimos ciegos a comida a todas horas y los cafés eran una constante cada X kilómetros. No pienso comer barritas energéticas al menos en 2 años y los polvos del decatlon no son tan energéticos como parecen. Las putas flechitas que indican el camino necesitan 2 manos más de pintura y cabe decir que en Galicia se señala al revés que en Asturias. Siempre puedes pedalear un poco más, aunque no puedas con la vida.
El camino te enseña, no sé muy bien a qué, por que si tengo que quedarme con una cosa no sé con qué me quedaría. Supongo que con todo y con nada. Los pequeños detalles son los que al final recuerdas, y al final, el camino es eso, una gran cantidad de pequeños detalles.
Qué coño! si que me quedo con algo de todo esto, con la gente conocida todos esos días de agonía. Gracias gente. Buen camino.
