Esta semana hace calor, se ve el cielo azul, y parece que con menos frío se ven las cosas de otro color. Junto con todo esto llega el primer plato desde hace tiempo, bueno plato no..., platillo.
Tras mucho tiempo con maretones, estar 2/3 días sin olas se hace raro. El viernes en Salinas estuvo bien, incluso muy bien. Tras la noche de fiesta del sábado el despertar dominguero fue duro, muy duro. A duras penas pude arrastrarme hasta la furgoneta y poner rumbo a Xagó. El pronóstico hacía presagiar que no habría mucho mar, y efectivamente no se equivocó, estaba plato.
Habrá que esperar otro finde para juntar la fórmula perfecta: sol, calor y olas.
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| Buena música para el camino |
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| Plato |
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